Bel-Air, depurador de aire:
Por lo que se refiere a la presencia de sustancias nocivas en el aire, el ambiente casero no siempre esta protegido como nos gustaría. Basta pensar, por ejemplo, en el formaldehído de algunos desinfectantes.
Bel-Air es la solución propuesta por el diseñador francés Mathieu Lehanneur para depurar el aire de los espacios interiores, y se basa en la capacidad filtrante de algunas plantas. Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por la NASA en la década de 1980 para mejorar la calidad del aire en las cabinas de las naves espaciales, se descubrió que las hojas y la raíces de plantas como la gerbera, el filodendro y el espatífilo eran particularmente apropiadas en este sentido. Las planta se colocan en el interior de este depurador casero, que parece sacado de una película de ciencia ficción, y actúan como un filtro viviente, que no requiere piezas eléctricas de recambio. Según su inventor, Bel-Air es el "numen titular" de las casas.
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